Para el Dos de Copas, Pamela reutiliza uno de los primeros bocetos de Los Amantes, reemplazando a la aparición espectral entre Adán y Eva por el una variación leonina del Caduceo de Hermes (las dos serpientes enrrolladas en un mástil coronado con alas). El Caduceo se usa como símbolo del comercio. El león añade el componente de la voluntad, de eso que podríamos resumir como Querer querer… De todas formas, Arthur Edward en “La Clave Pictórica del Tarot” asegura que “todo el simbolismo asociado al Caduceo de Hermes está fuera de lugar en esta carta”. La arrogancia de Arthur E. Además le da un sentido en el que cabe cualquier muestra de afecto por imperceptible que sea a simple vista: va desde el amor, hasta la pasión, pasando por la amistad o la interrelación más o menos igualitaria de sexos, “convirtiendo en Natural lo que, de por sí, no es Natural”…
Samuel Liddell McGregor escribe en lo que será el "Libro T":
<< Armonía de lo masculino y femenino, unidos entre sí. Armonía, placer, gozo, sutileza, a veces desatino, disipación, derroche, acción necia, todo según su dignidad. >>
Pamela, que no se casó nunca, a la que su padre llamaba “Miss Smith”, jamás Pamela, Pam o variaciones (Pixie para Ellene Terry, Gipsy, para los hermanos Yeats), que sabía de las andanzas del adúltero Arthur Edward, que sabía del primer matrimonio de Ellen Terry por cuestiones de familia o del primero de John Ruskin con una niña de 14 años por favores comerciales a su padre, le da todo el sentido a ese Caduceo de Hermes: el amor mundano es solo una cuestión de economía, de ajuste entre lo que debe hacerse, a su izquierda, frente a lo que el cuerpo pide, a su derecha. Eso sí, andróginos ambos...
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