(El Tarot de Pamela): DOS DE VARAS



Pamela sufre alguna de sus crisis de ansiedad mezclada con depresión (el spleen de Baudelaire) a lo largo del período que va de marzo a noviembre de 1909. Ha tardado mucho tiempo dibujando los Arcanos Mayores siguiendo las instrucciones de Arthur Edward que no está interesado en los Arcanos Menores más allá de lo literario-simbólico. La desidia de Pamela se traslada al mazo. Las leyendas artúricas no le interesan tanto como a Arthur Edward. Su trabajo en el Lyceum Theatre, imparten talleres para niños y niñas sin recursos los fines de semana y ella diseña y construye pequeños teatros a escala, no le deja el tiempo suficiente para dibujar las cartas con más embeleso. Hay una diferencia brutal de calidad entre sus ilustraciones para libros o para sus propias ediciones y este mazo de cartas. Y además siente una profunda decepción, tan grande, que una vez terminado el mazo y cobrado no volverá a hablar con Arthur Edward nunca más. 

El British Museum es su principal fuente de inspiracion. No está en contacto con otros grandes ilustradores de la época, no viaja y su relación con la ilustración está enfocada en el teatro y la poesía. Algo que Arthur Edward desprecia profundamente. En sus diarios se refleja tan nítidamente que llego a preguntarme por qué Pamela aceptó hacer este trabajo. La economía, estúpido, ¡la economía!…

Para el Dos de Varas se inspira en el boceto a carboncillo de una ilustración para “Los Idilios del Rey”, el poema de Tennyson, que está ilustrando la prerrafaelita Eleanor Fortescue-Brickdale, alumna de John Ruskin. Ellen Terry les pone en contacto por pura causalidad: Eleanor tiene, en ese momento, una especie de idilio con el que fuera el primer marido de Ellen, el insigne pintor George Frederick Watts.  Eleanor es miembro de la Royal Academy, es la primera mujer en ser miembro de esa institución, viaja por Europa con frecuencia y sus amistades están encuadradas en la alta burguesía londinense. Pamela es una anomalía. No se ven en demasiadas ocasiones aunque sí queda constancia, el ver las ilustraciones que Eleanor hace para La Tempestad, que la influencia es recíproca. Hay constancia de que, en al menos una ocasión, Eleanor estuvo en la casa de Pamela. 

Pamela se apropia de ese Lanzarote del Lago (o Lancelot) de Eleanor que aparece en la tercera parte del poema y lo convierte en el Dos de Varas. Es noviembre de 1909, los tiempos se ajustan, quedan en entregar una primera versión solo de Arcanos Mayores en blanco y negro que será la que salga publicada en diciembre de 1909, aún le quedan cinco cartas para dibujar, terminar las que ya ha dibujado y atender a los cambios de última hora de Arthur Edward, que se juega su prestigio como Ilustrado Ocultista…

Pamela bocetó treinta y dos cartas, arcanos mayores incluidos. El resto las pintó directamente sobre papel a 17,7 x 10 cm. La decepción que sintió en el momento en el que Arthur Edward le da El Carro de Oswald Wirth para que lo copie, sin mencionarlo nunca más y atribuyéndose la autoría del diseño de las cartas, es decir, plagiando sin citar fuentes, es tan grande que, de alguna forma, abandona el proyecto. Añade  copias burdas de ilustraciones que hizo antes de 1909, copia cuadros, se desentiende... Además, Arthur Edward es especialmente rácano.  Pueden comprobar fácilmente que ninguno de estos esotéricos envueltos en la Aurora Dorada mencionan a Oswald Wirth, como si no hubiera hecho nada o su mazo no existiera. Oswald, secretario de Stanislas de Guaita, tiene menos “categoría” aún que el peluquero Eteilla, ¡ese que cobraba por leer el tarot “sagrado”!... 

Arthur Edward, en “La Clave Pictórica del Tarot”, escrito una vez Pamela ha terminado el mazo, describe que el Dos de Varas es ambivalente: riqueza en la mano derecha, enfermedad en la mano izquierda. No es una buena señal para casarse. Compara a la figura con ¡Alejandro Magno!…



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