(El Tarot de Pamela): EL LOCO



El aburridísimo Arthur Edward Waite, coloca a EL LOCO sin número entre el Juicio Final (XX) y El Mundo (XXI), tal y como aparece en "La clave pictórica del Tarot" en su edición de 1911. Reconoce que no sabe muy bien donde ubicarlo. El modelo Court de Gebelin, esto es, la primera carta del mazo no le convence. Colocarla al final, como arcano XXII tampoco. Así que la pone ahí, en medio. Escribe que el Loco, lleva un hatillo o bolsa y que, como está mirando hacia otro lado, está a punto de caer por un barranco sin saberlo, mientras que es atacado por...¡un tigre!. Sí, amigxs, han leido bien. Un tigre que también puede ser un perro, aclara. Escribe que Eteilla ve, dentro de la bolsa del Loco, vicios y otras peturbaciones, pero él, Arthur Edward, no está muy de acuerdo. Fin. 

A esta descripción de Waite, se añade la de McGregor Mathers que asegura que 

<< ... esta descripción tan solo contempla los aspectos más inferiores de la carta, sin mostrar indicio alguno de esa Divina Locura de la cual habla San Pablo. Por eso, en el Tarot de la Orden se hace un esfuerzo por revelar su significado más profundo. Un niño desnudo está. de pie detrás de un árbol rosal con flores amarillas — la dorada Rosa de la Alegría al igual que la Rosa del Silencio. Mientras alarga una mano hacia las Rosas, con la otra sostiene la correa que ata a un lobo gris, el símbolo de la sabiduría mundana mantenido en jaque por la perfecta inocencia. Los colores de la carta son el amarillo claro, el azul claro y el amarillo verdoso —sugerentes de la aurora de un día de primavera. >>.

Pamela, con su buen humor característico y mientras escucha a Debussy y Bach (es sinestésica, esto es, ve los colores en la música, como Wassily Kandinsky), se olvida del niño detrás del árbol sujetando a un lobo (discutible como símbolo o alegoría de la sabiduría) y pinta la carta que todos conocen. La descripción que hace de la carta queda escrita y recogida en su correspondencia:

<<.. Aparta el miedo, abraza el coraje y pon tus ideales a la altura del sol, lejos de la suciedad, la miseria y la fealdad que te rodea y deja que ese poder, que ruge tan fuerte como un motor, entre en tu trabajo, energía, coraje, vida, amor. Usa tu ingenio. Usa tus ojos. Quizá usas demasiado tus ojos físicos y solo ves la máscara. Busca tus ojos dentro de ti. Busca la puerta de tu país desconocido... >>. 

Increíblemente, este mazo se sigue llamando Rider (el primer editor) o Waite (el vendedor de leche aficionado al esoterismo cristiano)... 

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