(El Tarot de Pamela): SEIS DE PENTÁCULOS


 Pamela lee, en uno de los borradores del que será el celebérrimo “Libro T” de la Orden Hermética de la Aurora Dorada firmado por Samuel Liddell McGregor Mathers, lo siguiente del Seis de Pentáculos:

<< Exito y ganancia en empresas materiales, poder, influencia, rango, nobleza, gobierno del pueblo. Afortunado, triunfador, justo y liberal. Si está mal dignificado puede mostrarse ostentoso, creído de su éxito, o bien, pródigo. >>

Pamela ilustra este párrafo magníficamente bien. Incluso le pone una balanza en la mano a ese ricachón, de lo justo y liberal que es.

Si quieren dotarle de una trama paranoica, les diré que esta imagen es la alegoría de la Caridad de Emmanuel Swedenborg:  

<< Muchos creen que el amor al prójimo consiste en dar a los pobres, en asistir a los necesitados, y en hacer el bien a todos, pero la caridad es actuar con prudencia, teniendo como meta final que resulte el bien. El que ayuda al pobre o necesitado malvado está haciendo mal a su prójimo, a través de él, porque mediante la asistencia que le ofrece lo está confirmando en el mal, y le proporciona los medios para que pueda seguir haciendo mal a los demás. Ocurre todo lo contrario con aquel que ayuda al bueno. >>

Y que Pamela es swedenborgiana. Y que sabemos que Arthur Edward no sabe mucho más que “artúrico, con Galahad y Merlín y esas cosas que son buscar nada menos que ¡El Grial!”. 

Y para añadirle un factor paranoico, les diré que ese ricachón lleva La Balanza, uno de los atribuitos esenciales de San Miguel, uno de los trompetistas del Juicio Final, el único que se enfrenta cara a cara al Mal, llámese como se llame. Es el que te va a encaminar al Infierno si no has practicado suficiente las virtudes cristianas, la compasión entre ellas, es el que pesará la cantidad de tus acciones y ya veremos…

La disposición de las monedas solo tiene como fin aprovechar el espacio disponible y equilibrar la composición. Los pentáculos se modificaron de tamaño en sucesivas versiones del mazo. Solo se pintaron cuando el motivo central fue definido. A esas alturas, la tristeza de Pamela al dibujar las cartas se hace cada vez más palpable...



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