Los Mitos en el Tarot: HADES


 << Aunque sea el que gobierna sobre los muertos, no se ha de confundir a Hades con el diablo o Satán. Hades, como dios de la muerte, es implacable, inexorable, justo con firmeza e irrevocable en sus decretos; no es el demonio, enemigo de la humanidad, ni un inductor al mal. >>

PHILIP MAYERSON, “Mitología clásica en Literatura, Arte y Música”

<< El otro nombre de Hades era Plutón, que en griego significa riqueza, prosperidad, y la plenitud invisible del dios estaba representada por la imagen del cuerno de la abundancia que sostenía en sus manos, rebosante de frutos y vegetales o de joyas, gemas, oro y plata. Hades es el dios que preside nuestro descenso, el que baña de oscuridad nuestras vidas, depresiones, ansiedades, trastornos emocionales y dolor con el poder de transformarlas en iluminación y renovación. >>

ARIANNA STASSINOPOULOS, “Los Dioses de los Griegos”


HADES o el INFRAMUNDO

Al dios del mundo subterráneo y a su territorio se les denomina Hades. Es el dios menos personificado y el menos conocido; es El Hombre Invisible. Como lugar, se corresponde con la carta de LA MUERTE. El espectro de la muerte te conduce a Hades: la muerte de un familiar, de un allegadx, pero también la muerte de una forma de ser, la muerte de un propósito, de la esperanza o del sentido de la vida pueden llevarnos allí. La perspectiva de la muerte física, vista como una posibilidad o una certeza, es una experiencia que nos conduce al mundo subterráneo.

La mayoría entramos en Hades o conocemos a Hades involuntariamente. Las víctimas de abusos, de violación, de violencia, en su impotencia, entran en el frío y abrupto reino de Hades. También hay quien entra en Hades o conoce al dios voluntariamente. Heracles fue a buscar a Cerbero para uno de sus trabajos; Psique fue en busca de una caja con un ungüento de belleza que tenía Perséfone; Ulises fue a hablar con el espectro del vidente Tiresias; Eneas buscó el espectro de su padre. Sin embargo algunos mortales no regresaron: Teseo y Pirítoo fueron a rescatar a Perséfone y fueron apresados por Hades con las cadenas del olvido. El amor, también fue la motivación de Orfeo, que fue a Hades en busca de su esposa Eurídice. Dionisos descendió para buscar a su madre Sémele. Y en la mitología sumeria, Inanna-Isthar viajó voluntariamente al mundo subterráneo de Ereshkigal, su hermana oscura. 

Hermes, dios mensajero, guiaba a los espíritus al mundo subterráneo y fue a buscar a Perséfone, hija de Zeus, raptada por Hades y, como casi todas las mujeres que tienen la desgracia de caer simpáticas a algún dios, violada. Iris, la menos conocida de las diosas mensajeras, también entró en el mundo subterráneo por voluntad propia. Una vez Perséfone hubo comido los granos de granada y regresó al mundo superior, volvió periódicamente al mundo subterráneo y como reina de ese reino estaba allí para recibir y guiar a aquellos que se adentraban voluntariamente en él. Y aunque Hades podía abandonar el mundo subterráneo y, de hecho, lo abandonó, ése era el reino que se le había asignado, donde él residía.

Sin embargo, en el monte Olimpo donde reina Zeus, Hades era muy temido. El patriarcado y las religiones patriarcales ven Hades como el lugar del mal donde gobierna Satán, un lugar que se ha de evitar en la muerte, a la vez que es también una dimensión devaluada en la vida. Mientras la cultura y el individuo sólo se identifiquen con Zeus y con los dioses celestes, el mundo subterráneo seguirá siendo un lugar temible, en lugar de una fuente de tesoros. Sea lo que fuere aquello en lo que nos hemos de convertir, existe íntegramente en el mundo subterráneo, en las sombras que allí residen...

El mundo subterráneo, en su aspecto más negativo, en la designación cristiana, se denomina infierno, y se asocia con el fuego y la condena. Hel era la reina escandinava del mundo subterráneo y su nombre se transformó en la palabra inglesa “Hell” (infierno). El dios céltico de la muerte tenía el título de Helman (hombre del infierno). Al igual que con Hades, el nombre de la deidad y el lugar donde habitaba pasaron a ser una misma cosa. La primera noción de Hel era la de un útero-caldera lleno de fuego purgativo. El mundo subterráneo, en un principio un reino maternal, se convirtió más tarde en un reino paternal. Y del mismo modo que los valores de los dioses celestiales se fue haciendo cada vez más fuerte, el reino fue creciendo y se volvió más negativo y temido.

Hades como lugar es obvio para cualquiera que haya sufrido una pérdida dolorosa, una hecatombe o se sumerja con cierta frecuencia en los terribles y escarpados terrenos de la depresión profunda. En el Hades, todo es negro, carente de gusto, sin forma definida. Carl Gustav asegura que Hades recoge  las sombras de los que somos, de lo que seremos, de lo que nunca hemos sido. Los sueños, las pesadillas, los recuerdos vergonzantes, lo innombrable...

Pero, claro, hay dos formas de entrar en Hades: voluntariamente ( LA MUERTE + alguna carta) o no (LA MUERTE a secas)….

Algo ha sucedido y hemos entrado por la puerta grande en el Hades. Todo parece tétrico, como si hubiera perdido fulgor. Las fuerzas nos abandonan, sombras chinescas se arrastran por las paredes. El llanto, el lamento y el rechinar de dientes son la banda sonora de este reino subterráneo. LA MUERTE nos ha tocado, nos sumergimos en un luto que puede ser prolongado…

Pero hay más formas de entrar en el Hades:

El 7 DE COPAS convierte el Hades en nuestro reino. La depresión, la tristeza profunda, se esconden aquí. Pero también está el resentimiento, el rencor, el odio, la tristeza, la decepción insuperable… Las sombras que tapan nuestra alegría se hacen fuertes en esta carta. ¿Hay salida?…

El 8 de ESPADAS, el abandono de unx mismx para atender las reclamaciones y deseos de los demás, para seguir sus consejos, quizá bienintencionados pero claramente perjudiciales para Consultante. Un abandono en el que parece que nos convertimos en marionetas, sumergidos en el Hades, invisibles para los demás que solo están pendientes de saber qué es lo más adecuado para mí, lo que debo pensar, lo que debo entender… Un Hades en el que entramos poco a poco y del que no sabemos si podremos salir, ahora que hemos renunciado a nuestra voluntad…

El 9 de ESPADAS, en el que no culpamos de algo que no hemos hecho, es una puerta abierta a entrar en el Hades sin necesidad de Hermes, Dionisios, Perséfones, barqueros, perros de tres cabezas e innumerables dientes. Esta entrada voluntaria al reino de Hades se hace ante la mirada atónita del propio rey, que no comprende qué estás haciendo aquí, a qué has venido… 

Hay dos puertas siempre abiertas: el pesimismo y la negarividad del 3 de ESPADAS y los desencantos de los 5 de COPAS Y ESPADAS. Pero solo son puertas de entrada. Solo si aparecen antes de  las que he señalado más arriba, sabremos el motivo por el cual nuestrx ínclitx Consultante ha decidido entrar ahí, donde todo es oscuridad, frío, terror, impotencia, desencanto…

Pero Hades es también un personaje…


HADES, EL REY

El humano solitario que se retira del mundo, sin preocuparse ni enterarse de lo que pasa en él, encarna el modelo de vida de Hades. Puede que haya perdido aquello que una vez tuvo sentido para él en su vida y ahora ha de vivir como los espectros del mundo subterráneo, cumpliendo formalidades, carentes de vitalidad y de entusiasmo, sobre todo si además está deprimido. 

Hades, con su birrete de la invisibilidad, es el dios oculto, incluso cuando viaja al mundo de la superficie. Es un dios sin demasiada “persona”: la “persona” es la cubierta superficial de nuestra personalidad, un compuesto de nuestra imagen, de cómo vestimos, de lo que hacemos y de nuestra conducta, el material con el que se forjan las primeras impresiones. Además, como señor de su propio reino produciría un efecto deprimente en cualquier fiesta.

Un Hades que carece de posición y riqueza es un hombre sin “persona”, lo que le convierte en invisible en el mundo de los hombres. Si no tiene familia puede vivir solo en la habitación de un hotel de paso en cualquier parte de la ciudad donde haya vida nocturna. Este lugar es como el Hades subterráneo, al igual que él mismo es como un Hades invisible. Si un hombre no tiene otra opción que vivir como Hades, a causa del patrón de su personalidad y de sus circunstancias, su suerte es bastante triste. Sin embargo, si está físicamente a salvo y tiene cubiertas las necesidades básicas, puede estar relativamente contento con su suerte. Por naturaleza puede preferir estar sólo y pasar inadvertido o no ser molestado...

Buen Consejero era otro de los nombres dados por los griegos de Hades, que describe un aspecto de este arquetipo. Es esa sabiduría que da la experiencia, sabiduría que solo se ha obtenido a través del dolor, la pérdida, la equivocación, el error, el fallo, las expectativas frustradas, los agravios y la injusticia. Hades, desde este conocimiento profundo, puede ayudar a revelar la verdadera naturaleza de un sentimiento, de una emoción, de un pensamiento fugaz. Es el que revela nuestras verdaderas necesidades, nuestras verdaderas ambiciones, nuestros deseos más ocultos e inconfesables, la verdad desnuda y afilada: hacer cosas solo por satisfacer a los demás solo nos hundirá en el Hades, en ese mundo de sombras en donde nuestros sueños y nuestros anhelos se pierden en simas de insondable profundidad. Es el que se fija en las reacciones físicas de su cuerpo ante determinado acontecimiento, el que se analiza constantemente en busca de respuesta a preguntas que nadie ha formulado...

Es Hades el que nos obliga a parar, reflexionar, evaluar y discernir si eso que estamos a punto de hacer o decir es exactamente lo que queremos hacer y no algo políticamente correcto y, por lo tanto, contra nuestra propia naturaleza. 

Hades es el arquetipo que rige la vida interior profunda y es inexpresivo, ya sea en las emociones o en las palabras. No es el más dicharachero ni el alma de una fiesta. Cuando este arquetipo es el que predomina, el resultado es la invisibilidad social. Los demás no ven las riquezas subterráneas y con frecuencia se sienten incómodos en su presencia.

Pareciera que estamos delante de EL ERMITAÑO… pero hay más...



Del mismo modo que está el Poseidón introspectivo y el extrovertido, hay un Hades introvertido y aislado, uno que roza el autismo, EL ERMITAÑO y un Hades más extrovertido, benéfico, el Gran Consejero que es el REY DE ESPADAS. Ambos son caras de la misma moneda: retraídos, dañados profundamente, desconectados del mundo real, alejados de las cosas mundanas, de la belleza, del amor, de la alegría. Pero mientras uno, EL ERMITAÑO se revuelve en su propia soledad y miseria, en su pobreza de espíritu, el REY DE ESPADAS mantiene relaciones más o menos cercanas con personas. Su frialdad analítica puede hacernos ver la realidad tal y como es, la verdadera dimensión del  pozo en el que estamos metidos y del que solo podremos salir solos. El REY DE ESPADAS, en su distante mundo, impávido, inescrutable es, sin embargo, el mejor psicólogo profundo, el mejor acompañante antes del último suspiro, el que te enseña la luz al final de un túnel que creíamos infinito…Es el REY DE ESPADAS el que ayuda y aconseja, el que muestra el verdadero material con el que están forjados nuestros sueños…



Hades es la cara oculta de Zeus, su némesis. Así, Zeus puede dar la apariencia de ser un puritano, un ejemplar padre de familia, un solícito marido, un trabajador impecable y sin embargo, en su casa, en el interior de su hogar, mostrarse como el Hades violador e incestuoso, una alimaña, un monstruo. Hades es Mr Hyde para el doctor Jeckyll que es Zeus… 


Bajo esta apariencia entrañable y apacible, sus hijxs sufrirán encierros, castigos variados, violencia, maltrato, sequedad, ausencia de demostraciones de afecto, presión psicológica, castigos por nimiedades, amenazas de distinto pelaje... Solo con la ayuda de alguien, los hijxs podrán escapar de esta versión siniestra de Zeus. ¿Cómo localizar a este monstruo de dos cabezas en una tirada? El Hades monstruoso que retiene contra su voluntad a Perséfone, su sobrina, violándola repetidamente, ese hombre brutal que aparenta ser un santo y que esconde un bicho, está en EL PAPA, Hierofante o Sumo Sacerdote…

Es tan fácil caer en la Oscuridad...


ALGUNOS EJEMPLOS

Consultante, hombre, entre 25 y 35 años, de etnia indeterminada y con independencia económica, habla: << Soy alpinista. Sufrí una caída en el Monte Cervino y me fracture la pierna por cuatro sitios. ¿Me voy a recuperar? >>


EMPERADOR – 7 DE VARAS – PAPA (en la foto)

O Zeus - 7 de Varas - Hades...

No. Tal como va no. No es solo una cuestión física, ahora es mental. Se ha hundido. Haciendo lo que está haciendo, hacer lo posible por recuperar lo antes posible esa pierna dañada no es suficiente. Necesita más. Ahora tiene miedo. Y rabia. Y frustración. Quizá ponga cara de que todo va bien, pero no. Necesita ayuda, necesita expresarse, necesita sacar toda esa rabia o la pagarán los demás… 

PAPA – 7 DE VARAS – REY DE ESPADAS

Sí, pero no se desanime. Tenga paciencia y persevere en su recuperación. No fuerce. No acelere el proceso. No trate de hacer lo que no es bueno para usted y todo irá bien. Además ha aprendido algo verdaderamente importante: esa caída, ese accidente, esa pierna rota, le ha hecho tomar tierra, acercarse a lo verdaderamente importante. Sí, batir récords es interesante, pero se pierde la poética de la ascensión. Quizá se pasó de listo, quizá sea un escalador que ocupa portadas de revistas deportivas y firma autógrafos. Ahora puede convertirse en un magnífico instructor, en un guía

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Consultante, hombre, entre 35 y 45, de etnia indeterminada, divorciado con hijos adolescentes, habla: << Soy homosexual. He conocido a un tipo estupendo, pero no se cómo va a ir la cosa, si es affaire o es algo más denso... >>



REY DE ESPADAS – 2 DE COPAS – CABALLERO DE ESPADAS

O Hades – 2 de Copas – Poseidón…

Aceptemos que Caballero de Espadas es alguien intelectualmente interesante y que, desde luego, a usted le resulta sexualmente interesante. A lo mejor sucede que comparten gustos o que trabajan en cosas parecidas. Pero están a años luz uno de otro en terrenos emocionales. Usted es un gato escaldado. Y ese hombre es un gato que aún no ha probado el agua hirviendo. Su terror se convertirá en su prisión. Y usted, que ya ha pasado por aquí, debería saber gestionarlo. Quizá el muchacho madure, pero, por el momento, se ha enamorado del caos: alguien tan contradictorio que resulta incoherente, dominante (o tratando de serlo), inseguro emocionalmente… toméselo con calma o disfrute de su compañía, pero por el momento, no es la mejor elección posible… Los celos destructivos de su Caballerete son insoportables…Enséñele a controlar esos celos...

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Consultante, mujer, de entre 35 y 45, de etnia indeterminada, divorciada, con hijos adolescentes, habla: << He conocido a un tipo estupendo, pero no se cómo va a ir la cosa, si es un affaire o es algo más denso… ¡o no es nada! >>

Oh, Consultante, como CONSORTE DE ESPADAS es usted una perfecta mujer invisible que además rehúye de cualquier tipo de implicación emocional con un hombre. Pero, como Perséfone, usted necesita el infierno. Y ese Caballerete garantiza ese infierno. Si es eso lo que quiere, perfecto. En cualquier caso es obvio que siente una atracción por ese individuo tan aparentemente inteligente, educado, pulcro, pero que es un niño malcriado en asuntos puramente emocionales. Pueden ser buenos amigos, quizá profundizar en su amistad, pero no tendrá nunca una intimidad enriquecedora. Pero ambos coinciden en una cosa: el hombre manda y la mujer obedece… ¡y es celosísimo! 


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